por Kaleem Aftab. Cineuropa.org
© Cairo International Film Festival)
El actor y director británico Ralph Fiennes recibió el Premio al Mejor Logro Europeo en el Mundo del Cine en los European Film Awards, que se celebraron en Sevilla. En el reciente Festival, hablamos con Fiennes sobre The White Crow , su tercer trabajo como director. Una película que trata sobre la deserción del bailarín de balletRudolf Nuréyev el 16 de junio de 1961.
Cineuropa:
¿Por qué hacer una película sobre la deserción de Nuréyev?
Ralph Fiennes: Hay muchas biografías sobre Nuréyev, y yo descubrí la
de Julie Kavanagh, escrita en 2007. Leí los primeros seis
capítulos, que tratan sobre los años de estudiante de Nuréyev, hasta el momento
de su abandono de la URSS en 1961. Tengo que decir que no me interesaba el
ballet como tal, pero esta biografía me introdujo a la fuerza y me atrajo el
coraje de este joven artista de origen humilde, que tenía una convicción
interior de su destino como artista y bailarín.
¿Pensaste
desde el principio que querías dirigir esta historia?
No
tenía el deseo consciente de dirigirla, y desde luego que no me planteaba
encarnar a Nuréyev. Todo lo que sabía es que este viaje de infancia, años
estudiantiles y defección era una historia extraordinaria. Yo tenía claro que
una película sobre él giraría en torno al abandono, esa decisión que tuvo que
tomar en el aeropuerto de París-Le Bourget. Aparte de eso, no me interesaba
hacer una película sobre su vida.
¿Te
pareció importante dar el papel de Nuréyev a Oleg Ivenko, que es bailarín y no
actor?
Estaba
bastante convencido de que el actor tenía que ser un bailarín que fuera capaz
de actuar, y no podía saber quiénes eran si no los buscaba. Encontramos a Oleg,
un ucraniano que baila en el Teatro Kazán, en Rusia, donde es uno de los
principales bailarines de ballet. Hicimos pruebas a muchísimos bailarines, y
estaba convencido de que nos quedaríamos con un desconocido; no quería elegir
una cara conocida por el público, lo cual complicaba las cosas, pues los
distribuidores quieren estrellas de cine.
El
film está en ruso e inglés; ¿qué motivó esta decisión?
Quería
que la película fuera creíble en términos del lenguaje, de ahí que se hable en
ruso en las situaciones en las que se hubiera usado este idioma. Por suerte,
sabemos que Nuréyev aprendió inglés, y en París lo hablaba con sus amigos
franceses. Esto nos ayudó para hacer el film más atractivo comercialmente. Me
mantuve firme con este tema, lo cual fue difícil desde un punto de vista
comercial, pues el 50 % de la película está en ruso.
¿En
qué momento decidiste que la película saltara entre tres períodos —infancia,
años estudiantiles y deserción—?
Cuando
hablaba con el guionista, David Hare, nos parecía que una narración
puramente lineal no sería tan interesante. Creíamos que se podía conseguir un
retrato más eficaz del espíritu de Nuréyev yuxtaponiendo su niñez y sus años
como estudiante con las semanas en París, construyendo así diferentes aspectos
de su personalidad al alinear estos tres marcos temporales. Uno es la infancia,
otro, las semanas en París, y otro, los años estudiantiles en Leningrado; todos
son cronológicos en sí mismos. No hay flashbacks en ningún marco temporal, y
estos tres períodos desembocan en el momento clave en el aeropuerto.